Nuestras huellas en la Luna, patrimonio histórico


“¿Se imagina que alguien pasara por encima de la primera huella de Neil Armstrong?”. La pregunta es de Jay Correia, historiador y uno de los promotores de la iniciativa aprobada por las autoridades de California: declarar patrimonio histórico el material y las huellas dejadas por los astronautas en la Luna.


El proyecto, según informa Mike Anton en Los Angeles Times, es el primer paso para conseguir que los campamentos lunares sean declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El objetivo final, según sus promotores, es proteger las huellas de aquellas primeras misiones de daños o robos, en previsión de viajes turísticos a nuestro satélite en un futuro no tan lejano.

El 11 de diciembre de 1972, cuando la última misión Apolo abandonó la Luna, quedaron atrás más de 170 toneladas de material, transportados por las seis misiones tripuladas de la NASA. Entre el equipo abandonado en la superficie hay antenas, contenedores, cohetes y una larga lista de aparatos de investigación, como los espejos que han permitido durante años monitorizar con precisión los movimientos de nuestro satélite desde la Tierra. Entre lo más pintoresco, están las botas que Armstrong y Aldrin calzaron durante sus caminatas, que se tuvieron que quedar allí para no contaminar el módulo de regreso.

La iniciativa parte de un grupo de ingenieros, historiadores y antropólogos agrupados en la plataforma Lunar Legacy Project. En su página oficial aseguran que su meta es “proteger la información arqueológica y el registro histórico del Apollo 11”. También esperan proteger algún día la Base Tranquilidad como patrimonio mundial ya que, indican, “en los próximos 50 años muchos viajeros llegarán a la Luna” y “si el sitio no está protegido, ¿qué quedará de él?”.

“Perdemos cada día un montón de material en la Tierra por culpa de negligencias, vandalismo y erosión”, asegura a LA Times Beth O'Leary, antropólogo y miembro de la plataforma. “A largo plazo – pongamos que 100 años -, hay bastante riesgo de que perdamos la información que dejamos allí”.

En cuanto a la legalidad de una declaración así, el tratado del espacio exterior firmado por EEUU en 1967 descarta expresamente que ningún país pueda reclamar soberanía sobre territorios fuera de la Tierra, pero nada dice sobre los objetos enviados por cualquier estado al exterior. La ley californiana permite declarar patrimonio histórico recursos que se encuentren fuera de su territorio y, por extensión, eso implica cualquier lugar del universo.

Fuente: Putting the moon in the state's orbit (Los Angeles Times)

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